11. 1 de Reyes
En la vida cotidiana debemos tomar frecuentemente decisiones, a veces sencillas y otras un tanto difíciles, no siempre las cosas nos salen como pretendemos. El solo hecho de existir ya es una responsabilidad con nuestro ser y con las personas que convivimos o que tenemos a nuestro cargo. En esta vida de la cual muchas personas no tienen conciencia de la complejidad de esta, cada acto, cada palabra, tiene una causa y efecto sobre lo que nos rodea, de ahí la conciencia de nuestra existencia es prioridad en la obra de DIOS.
Como podemos restaurar este caos que reina en el mundo por causa de nuestra desobediencia, desarrollando una relación con DIOS nuestro creador.
LA ORACIÓN: Salmo 61: 1-4
a) Hablar con DIOS primero. Esta sería la prioridad en nuestro camino a la redención, pero, sabemos que en el mundo las prioridades son otras, tales como el dinero y el poder, estas prioridades han determinado las conductas destructivas que rigen el mundo de hoy en el que reinan el egoísmo, la avaricia, el desinterés, el desamor, la hipocresía, y otras tantas conductas pecaminosas. Viendo este panorama es obvio que necesitamos un acercamiento imperante con nuestro padre celestial.
b) Conocer a DIOS es la clave. Como en toda relación primero hay que lograr un acercamiento para conocerse, para saber cómo piensa y que conductas rigen su vida, a medida que avanzamos en esta relación vamos formando un perfil de sus valores y su relación con las demás personas. Luego de un tiempo aprendemos a confiar y adoptamos su sabiduría y nos identificamos con ella. Salmo 64
C) El nos guía. Una vez que adoptamos esta familia cristiana y conocemos la palabra de DIOS, se nos revelan los secretos y las maravillas que DIOS padre nos promete, en este punto tenemos la conciencia de que DIOS esta guiando nuestra vida observando como lo hace un padre a su hijo, para educarnos, corregirnos, premiarnos, y castigarnos. Pero a su vez tenemos un punto de comparación para gozar del sacrificio hecho y los frutos de este, que es nuestra antigua vida sin la guía de nuestro padre solo librados por las conveniencias que determinaban nuestra existencia.
LA BIBLIA: Salmo 119: 97-104
a) Léala primero. En el mundo de hoy con sus avances tecnológicos, los nuevos conocimientos adquiridos que están al alcance de todos, la diversidad de entretenimientos superfluos, y la facilidad de materiales al respecto de esto que tienen una fácil obtención, ha permitido en este mundo globalizado, que lo cercano nos vuelva distantes. Esta capacidad de pertenencia ha permitido un desarraigo de los valores fundamentales para una vida equilibrada, los deseos satisfechos en la carne han desplazado los valores fundamentales del espíritu. Por ejemplo los valores fundamentales que forman los pilares de una familia bien constituida, los preceptos bien fundamentados para una sociedad solidaria, las normas morales de convivencia con nuestros semejantes, el compromiso y la capacidad de compartir y comunicarnos, la imaginación y creación de nuestro sustento con nuestras propias manos, depositando todo esto en terceros, dejando nuestras obligaciones en manos de un sistema corrompido por la conveniencia y los intereses del poder.
b) La clave del éxito. En el salmo 119: 97 ¡Oh, cuanto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Esta frase con palabras de fácil entendimiento, nos exhorta a reconsiderar todos nuestros pasos en el transcurso de cada día, de esta manera ir corrigiendo nuestros errores y por ende modificando nuestra conducta acercándonos cada día mas a lo que DIOS pretende de nosotros.
c) Aprender acerca de DIOS. Si queremos conocer a DIOS, saber quién es, y porque quiere entrar en nuestras vidas, debemos leer la biblia el libro que el mismo dicto en los corazones de nuestros antepasados para que hoy llegase a nuestras manos. En este libro, no solo nos dice lo que quiere para nosotros sino que también el porqué, nos muestra donde quiere que vivamos, donde él vive, quienes están con él, la herencia que tiene para nosotros y nuestros hijos, nos muestra lo bueno pero también lo malo si desobedecemos, nos previene porque no quiere vernos sufrir, pero mayormente nos cuida de nuestras propias conductas destructivas.
LOS DIEZMOS: Proverbios 3:9-10.
a) Hay que darlos primero. Honra a Jehová con tus bienes, y con todas las primicias de todos tus frutos;
Y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosaran de mosto.
Malaquías 3: 10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramare sobre vosotros bendiciones hasta que sobreabunde.
Este es el mensaje de DIOS, obedecer es la prioridad, y entender para que sea de corazón y no por imposición, porque aun cuando diezmemos sin hacerlo de corazón estaremos pecando. Lo que DIOS quiere en el diezmo es que compartamos el fruto de nuestro sacrificio con nuestros hermanos cristianos, o sea la iglesia de Cristo, en la cual hay necesitados de alimento, vestimenta, herramientas para poder ganarse su sustento, afligidos que necesitan apoyo, personas adictas que necesitan contención, enfermos que necesitan medicina, y mucho mas. Este fruto del sacrificio, no solamente es el dinero, sino también lo que uno produzca, siempre que sea de provecho al necesitado. Por otra parte somos los administradores de DIOS, y debemos entender que los diezmos son de DIOS, administrémoslo de manera correcta, para la iglesia de Cristo, y en beneficio de esa iglesia que son sus hermanos, de las necesidades no de las comodidades. De esta manera se logra una igualdad en la convivencia restaurando el equilibrio, para que no haya distinción de clases, luego la abundancia llegara por el esfuerzo de cada uno.
b) El proveerá todo lo necesario. En nuestra vida, marginada por el ritmo acelerado de la sociedad, las cosas deben ser inmediatas, la sociedad corre a un ritmo vertiginoso en el cual no hay tiempo para detenerse a disfrutar de las cosas más simples que renuevan las esperanzas, y lo que no obtenemos de inmediato se transforma en fracaso, por este motivo debemos confiar en las promesas de DIOS, el cual no tiene nuestros tiempos, pero todo llega en el momento preciso porque él sabe lo que nos conviene y no lo que nosotros deseamos, esto lo desciframos con el tiempo y en ese momento sabemos el porqué de la tardanza y las consecuencias.
c) Dios es dueño de todo. DIOS es el creador de todas las cosas, entender esto significa saber cuál es el lugar que ocupamos, de esta manera entender nuestro rol, obediencia, y respeto que merece DIOS.
d) Confiar. Proverbios 3: 9-10. DIOS nos alienta a que lo probemos en su promesa, porque sabe de nuestra naturaleza desconfiada, pues háganoslo y luego confiemos en toda su palabra y en su presencia en nuestras vidas, dejemos que nos guie porque él es un padre protector y en su corazón solo hay amor.
ASISTIR A LA IGLESIA:
2 Timoteo 2.15 Procura con diligencia presentarte a DIOS aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
Hebreos 10:2-5. 2 De otra manera cesarían de ofrecerse, porque los que sacrificasen, limpios de una vez, no tendrían más conciencia de pecado. 3 Pero en estos sacrificios cada año se hace la misma conmemoración de los pecados. 4 Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.5 Por lo cual, entrando en el mundo, dice: Sacrificio y Presente no quisiste; mas me apropiaste el cuerpo.
El pueblo de DIOS debe luchar y vivir unido. DIOS nos ha dado un motivo para perseverar, unidos es la forma de lograrlo divididos fracasamos, como dice el dicho la unidad hace la fuerza. Y tenemos una familia muy grande que nos protege y que nos cuida y guía cuando tropezamos, por este motivo hay que levantarse nuevamente para seguir luchando.
Es importante la asistencia fiel a la iglesia y a la célula.
Hechos 2: 42; 46. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones. 43 Y toda persona tenía temor; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 44 Y todos los que creían estaban juntos; y tenían todas las cosas comunes; 45 Y vendían las posesiones, y las haciendas, y las repartían a todos, según la necesidad de cada uno. 46 Y perseverando unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón.
La comunión es la base para enfrentar los desafíos del mundo actual, sin ello estaríamos a la merced de las tentaciones y las influencias de un mundo materialista, que está muy alejado de los principios de DIOS y los predicamentos de Jesús, de esta manera nos alentamos mutuamente en la doctrina de los apóstoles, aprendemos a confiar, compartir, y a participar en unidad.
Asistir a la iglesia no tiene que ser igual que ir al dentista. Aunque es una frase común, tiene cierta verdad, una persona no tiene que asistir a la iglesia o a la célula solo cuando lo necesita, tiene que ser un compromiso, que debe estar muy arraigado en nuestro corazón, el sentido de pertenencia no debe considerarse como una conveniencia, debemos ser puros en nuestros corazones para presentarnos ante DIOS padre, de lo contrario es una ofensa.