11. 1 de Reyes
Cuando todo está bien y no hay infortunios en nuestra vida, tenemos esa confianza que nos permite pensar con tranquilidad, decidir lo correcto, actuar noblemente, y tenemos esa paz espiritual en la que creemos que nos muestra cuán firme es nuestra creencia.
Pero qué pasa cuando DIOS nos quita todo eso y nos pone a prueba para que conozcamos ese lado oscuro que todos tenemos pero que el ya conoce; Para probarnos y para que nosotros aprendamos a manejar esos sentimientos y emociones que tenemos reprimidas, y demostrarnos que la firmeza que creemos tener, no es por la fe en el, sino por la fe en nosotros mismos, que no es dominio propio, en que nosotros podemos manejar las situaciones que influencian nuestra vida, y solo llamar al padre cuando nuevamente nosotros creemos necesitarlo, es Dios quien ordena todas las cosas, es Dios el creador y no las personas, es Dios quien te lleva por esos caminos, no, nosotros quienes decidimos nuestro destino,en esa situación de conflicto y de distancia con DIOS, que todos creemos estar, hay un desierto que debemos atravesar.
Cuando uno es justo y DIOS nos pone una prueba, esta, parece ser más dura, pues un justo no se espera o se imagina en una situación de conflicto, por el solo hecho de vivir bajo la ley de DIOS, pero esa justicia en la que creemos vivir, es nuestra justicia, la que nosotros transitamos no la verdadera que viene de Dios, porque quien cree ser justo se enaltece ante los demás, y a los ojos de Dios todos somos iguales, porque en una situación de conflicto, o de estrés sale a la luz nuestro verdadero ser, en ese punto esta el aprendizaje, si comprendemos que debemos transitar por ese momento y superarlo, porque Dios padre quiere enseñarnos y sanar nuestro corazón, debemos reconocer que aun somos imperfectos y que esa seguridad que creíamos tener no era tal, humillarnos ante Dios es la respuesta que el padre espera, y bendecir ese momento porque de las pruebas crece el fruto de nuestro entendimiento y madurez, que llega en el momento justo conocido por Dios para prevenir angustias futuras, y el que cree en verdad transita esos caminos con paz en su corazón, sin perder el rumbo, con sus valores, convicciones, y su fe en DIOS intactas. Aunque el camino sea largo, sale airoso y gozoso de esa prueba, aunque haya sufrido mucho.
Este tipo de situaciones resalta unas de las virtudes más importantes que se necesitan para superar estas pruebas; La paciencia, la perseverancia, y la fe.
Un no creyente necesita pruebas para creer, y DIOS se las da, nos permite esa insolencia porque nos ama y no quiere que nos perdamos en la impiedad. Pero un creyente que ya ha sentido la presencia de DIOS, ha experimentado sentimientos y emociones, a visto las señales que Dios a traído a nuestras vidas, y se aferra a eso más que a la creencia y confianza de la existencia de DIOS.
Por ello en nuestras vidas hay tanto sufrimiento, cuando al creer en Dios deberíamos estar llenos de gozo, pues el trae en su promesa amor, vida, y paz, sin embargo estamos como en el principio, cuando su pueblo atravesaba el desierto rumbo a la tierra prometida, todas las señales y milagros que Dios obro entre ellos, y aun así seguían sin tener fe, tanto ellos como nosotros queremos que Dios nos traiga la promesa a nosotros y no que nos lleve hasta ella, en lo natural para tomar un fruto de un árbol, primero debemos sembrar la semilla, cuidarlo en su gestación, y esperar el tiempo de su cosecha, para saborear, lo que con sacrificio hemos deseado, asi es el camino del señor, el gozo esta en haber transitado y haber tenido victoria, no en arrebatar el premio. En pocas palabras queremos tomar de la mano de Dios y no verle al rostro, y su corazón.
Sin esos sentimientos y emociones que son reemplazados por la inseguridad, amarguras, y vacíos, uno cree que DIOS lo ha abandonado, cree que su vida se empieza a derrumbar, y comienza a cuestionar el tiempo invertido, las experiencias desaprovechadas, la metas comienzan a carecer de sentido, nos alejamos de la iglesia, de la oración, nos volcamos a actitudes mundanas, y olvidamos cuan agradecidos estábamos cuando cristo nos encontró humillados y desesperados, todo esto sumado a sentimientos sombríos, nos presenta un panorama desalentador, pero esto, es el enemigo en nuestra mente, sobre cargándonos de tareas que en nuestras ganas de querer que Dios se agrade olvidamos que es el quien nos tomo y no nosotros lo que fuimos a buscarlo, queremos agradar a Dios con las obras de nuestras manos y tan entusiasmados estamos como niños que no escuchamos al padre lo que tiene que decirnos, y donde quiere que le sirvamos, queremos demostrarle al padre todo lo que sabemos hacer y no entendemos que Dios no esta separado de nosotros el ya sabe lo que somos, si es nuestro creador, y comenzamos a frustrarnos al punto que la cruz nos pesa demasiado y la soltamos, y en ese momento creemos que Dios nos a abandonado y que no somos merecedores de seguir en su presencia y nos alejamos hasta que nos creemos seguros de estar preparados para comenzar de nuevo y volvemos a errar en ese concepto pero todo se supera tomando en verdad la decisión, un amigo, un día me regalo estas palabras, después de conocer al señor Jesús no hay lugar en ti para el enemigo solo dará vueltas a tu alrededor pero tu estarás con Dios, recuerda el comienzo cuando empezaste a transitar por el camino marcado por DIOS, recuerda la palabra, las enseñanzas, y las prioridades que el padre nos marco para esta vida, mantén la fe, la que tengas, si pides el padre te dará, pero cree, el responderá, y ten la certeza de que DIOS está a nuestro lado, ten plena conciencia de que DIOS existe, mas allá de una religión, de una doctrina, o de un estilo de vida, porque a pesar de todo lo que has vivido si aun estas de pie, es porque el no te ha soltado la mano.
En algún momento de nuestras vidas estaremos en situaciones donde nos sentiremos abandonados, no solo en el sentido doctrinal, sino también, por nuestros amigos, hermanos, esposa, hijos, padres, nosotros mismos, o en nuestro trabajo, a todos nos va a tocar transitar este momento, solo descansemos un momento y pensemos porque esta sucediendo eso, quienes somos, y lo que significamos para los demás, tal vez no nos han abandonado solo nos hemos alejado nosotros por un tiempo, en que punto de nuestras vidas dejamos de luchar por lo que tenia valor para nosotros, en que momento no supimos perdonar o no pedimos disculpas y nos arrepentimos de verdad, Dios es un padre que enseña a sus hijos a crecer y a enfrentar la vida, el mundo sin Dios es un mundo librado a la suerte de cada uno y aquí es donde vas a vivir, por ello tu padre te enseño a madurar y hacerte hombre, para soltarte la mano y que le demuestres que has aprendido bien, y que sepas que en momentos duros tienes un padre que te aconsejara para bien y velara por ti todos los días de tu vida, porque de el saliste, el te creo, te dio vida, y quiere que la vivas con gozo no con temor, el te enseño a ser valiente, para que enfrentes los desafíos y creas en ti, como el cree en ti.